Judicial
Incautadas más de dos toneladas de uniformes y otros elementos de uso exclusivo de las FFMM, vendidos sin los permisos de Ley

Los productos eran comercializados en almacenes de las localidades de Puente Aranda y La Candelaria, en Bogotá. En los procedimientos también fueron hallados cartuchos y dinero en efectivo.
En una acción conjunta del Cuerpo Técnico de Investigación (CTI) y el Ejército Nacional fueron intervenidos ocho inmuebles en los que eran vendidos uniformes, prendas y accesorios similares a los que utiliza la fuerza pública, que simulaban los productos confeccionados y elaborados por industrias nacionales e internacionales que tienen aval para ejercer estas actividades.
Las diligencias se realizaron de manera simultánea en los barrios San Rafael, localidad de Puente Aranda; y La Candelaria, en el centro de Bogotá.
En los procedimientos se hallaron dos toneladas de textiles y otros elementos, representados en 51 unidades de gafas deportivas, 522 pares de guantes tácticos, 4 uniformes completos tipo militar, 1.250 pendras y artículos similares a los usados por las fuerzas militares, 268 pantalones tácticos tipo camuflado, 165 pavas pixeladas tipo desierto, 325 gorras con insignias de la Armada Nacional, el Ejército Nacional y la Policía Nacional; y 145 cintas tipo cordón para porta carné con los escudos de diferentes autoridades.
Adicionalmente, se encontraron 250 cartuchos 9 mm para arma traumática, 297 cartuchos de seguridad de diferentes calibres, siete pistolas plásticas para entrenamiento con proveedores extraíbles, 1.108 armas cortopunzantes y 5’116.000 pesos en efectivo.
Un fiscal del Grupo de Propiedad Intelectual de la Dirección Especializada contra las Violaciones a los Derechos Humanos acudió ante un juez de control de garantías, y obtuvo aval judicial sobre las diligencias y todo lo incautado.
Las investigaciones seguirán por usurpación de los derechos de propiedad industrial y utilización ilegal de uniformes e insignias.
Judicial
Por fin llegó la justicia para Jorge Luis Solano

Condenado a 39 años de prisión hombre que participó en el crimen de un representante de las víctimas de desaparición forzada en Norte de Santander
Jorge Luis Solano Vega fue asesinado por su rol de defensor de derechos humanos y las continuas denuncias que hacía de malversación de recursos públicos en Ocaña (Norte de Santander).
Ante los argumentos presentados en juicio oral por la Fiscalía General de la Nación, una juez penal de conocimiento de Cúcuta condenó a Carlos Daniel Pinzón Ramírez, alias Mingui, a 39 años de prisión por participar en el crimen del defensor de derechos humanos, Jorge Luis Solano Vega, ocurrido en Ocaña (Norte de Santander), el 3 de noviembre de 2020.
Por estos hechos fue declarado responsable de los delitos de homicidio; y fabricación, tráfico, porte o tenencia de armas de fuego, accesorios, partes o municiones, las dos conductas agravadas.
La víctima, que se desempeñaba como presidente de la Organización de Víctimas de Desaparición Forzada y delegado de la Mesa de Víctimas de Ocaña, fue atacada por hombres armados que la interceptaron frente a su lugar de residencia, ubicado en el barrio Miraflores.
Un fiscal de la Unidad Especial de Investigación (UEI) estableció que alias Minguí se concertó con otras dos personas para planear la acción sicarial, y fue el encargado de identificar la vivienda del defensor de derechos humanos, conseguir el arma utilizada y repartir el dinero que pagaron por ejecutar el crimen.
En el curso del proceso se determinó que Jorge Luis Solano Vega fue asesinado por el rol social que ejercía y por las denuncias de irregularidades de contratación que hacía en el municipio.
La sentencia conocida es de primera instancia y en su contra proceden los recursos de ley.
Judicial
A la cárcel presunto pedófilo en Yopal

En Yopal fue enviado a la cárcel un hombre que habría abusado sexualmente de dos menores de tres años
Servidores del CTI incautaron equipos de cómputo en los que aparecerían imágenes con contenido sexual explícito.
Un fiscal del Centro de Atención Integral a Víctimas de Agresión Sexual (Caivas) de la Seccional Casanare, presentó ante un juez con función de control de garantías de Yopal a Humberto Moreno Montealegre, presunto responsable de los delitos de acceso carnal abusivo con menor de 14 años, actos sexuales con menor de 14 años, ambas conductas agravadas; y pornografía con persona menor de 18 años.
Los hechos investigados sucedieron entre el 11 de septiembre y el 11 de noviembre de 2024, cuando dos hermanas de tres años fueron agredidas sexualmente, al parecer, por el procesado.
La Fiscalía determinó que las dos niñas habrían sido grabadas por el supuesto agresor y almacenaba los videos en su residencia.
Durante el allanamiento fueron incautados tres computadores, dos celulares, varias tarjetas sim de diferentes operadores, discos duros, una tableta, dispositivos en los que se cree eran almacenados videos donde se presume, aparecen las menores.
El procesado fue capturado en cumplimiento de una orden judicial, por servidores del Cuerpo Técnico de Investigación (CTI) y uniformados del Gaula Ejército, quienes llegaron a su vivienda, ubicada en Yopal.
El procesado no aceptó los cargos imputados en su contra, no obstante, el juez acogió todas las pretensiones del ente acusador y le impuso medida carcelaria en su contra.
Judicial
Venezolana engañaba a otras mujeres de su país

Judicializada ciudadana extranjera señalada de engañar mujeres, convencerlas de viajar a Colombia y obligarlas a ejercer actividades sexuales y de mendicidad.
Las víctimas llegaban a Medellín con la idea de trabajar en una confitería; sin embargo, eran retenidas en un inmueble.
Los elementos materiales probatorios en poder de la Fiscalía General de la Nación pusieron al descubierto a María Alejandra Brancho Sulbarán, una ciudadana venezolana señalada de engañar a jóvenes de su país, convencerlas de viajar a Colombia con ofertas laborales falsas y obligarlas a ejercer actividades sexuales o de mendicidad en Medellín (Antioquia).
Una fiscal del Centro de Atención Integral a Víctimas de Abuso Sexual (Caivas) imputó a la mujer el delito de trata de personas con fines de mendicidad ajena y explotación sexual, el cual fue aceptado.
Por su parte, un juez penal de control de garantías le impuso medida de aseguramiento en centro carcelario.
Uno de los eventos delictivos acreditados hasta el momento ocurrió entre marzo y abril de 2022.
La hoy procesada contactó por redes sociales a una joven y la indujo a viajar a Colombia para supuestamente trabajar en una confitería.
La víctima y su compañera sentimental se trasladaron a Medellín. Sin embargo, tan pronto llegaron fueron encerradas en un inmueble del barrio Robledo Aures y en medio de amenazas presionadas para que realizaran actos de mendicidad y una de ellas fue obligada a que atendieran servicios sexuales en municipios del oriente antioqueño.
Luego de dos semanas de sometimiento, las dos mujeres escaparon y denunciaron a su presunta agresora, de 40 años.
-
Judicial4 semanas ago
Estaría involucrada en trata de personas
-
Judicial4 días ago
Por fin llegó la justicia para Jorge Luis Solano
-
Judicial3 semanas ago
A la cárcel presunto pedófilo en Yopal
-
Opinión4 semanas ago
Congreso pondría en cintura encuestas electorales
-
Judicial3 semanas ago
Venezolana engañaba a otras mujeres de su país
-
Opinión4 semanas ago
El Partido Llanero